lunes, 1 de agosto de 2011

2 - Primer Mundo, las Pelotas (parte 1)

Sincero.
Eso es lo que pretendo ser con este relato. No me interesa vender humo ni espejitos de colores, y menos pescado podrido. Podría durante la próxima pagina hablar de las bondades de la vida norteamericana, pero no lo voy a hacer porque es aburrido (y tampoco creo que sean tantas). Prefiero centrarme en aquello que nadie suele destacar: las cosas chotas que tienen. Y eso que llegue hace una semana…
Cuando pensé en escribir este relato, solo tenía la primer historia. Con el transcurrir de los días, se agrego una segunda. Y como para darle un cierre perfecto, una tercera cayó del cielo como un regalo divino. Entonces, no me queda otra que arrancar.
1.       Llegada a EEUU (Miami). El vuelo salió un poco retrasado, y yo estaba muy justo con los tiempos. No tenía demasiado margen. Paso por la “US Customs y Border Protection” (básicamente es la aduana y el control por el ingreso a otro país). Me hacen las preguntas de rigor: de donde vengo, a donde voy, para que, quien me manda. Mientras tanto, le va poniendo el sello con la fecha del ingreso al “comprobante” que me voy a quedar para poder salir. La mujer que me atendió me saluda, le agradezco, ella completa la fecha máxima de salida y sigo para adelante, bastante jugado como estaba.
Asumo cierta responsabilidad por lo sucedido. Pero no creo ser el principal responsable. Yo debí haber mirado con cuidado el papel que me dieron, y no lo hice. Tenía miedo de perder el avión y comprarme un problema nuevo. Por eso seguí de largo.
Rato después, habiendo llegado al vuelo que me iba a transportar a LA, me detuve a mirar el papel. LA REPUTA MADRE QUE ME PARIO, pensé. Pero unos segundos después, más tranquilo, reflexione y entendí que mi mama no tenía nada que ver. Por eso solté un categórico LA CONCHA DE MI HERMANA. Ahí sí, no había implicados.
Que había pasado? Así como tienen un sistema con tecnología de punta para asignar la fecha de ingreso al país (un puto sellito), tienen el método más rudimentario que se ha visto desde la edad de piedra para delimitar la fecha de salida: escritura a mano. La boluda (otra palabra no le cabe), había puesto como fecha futura de salida 23 de Enero de 2011 (cuando mi ingreso fue el 24 de Julio de 2011). Y a menos que yo fuera el “Doc” Emmett Brown, o Marty McFly, eso era imposible. Como carajo debía salir del país antes de haber entrado???? Parecía un juego de ingenio, pero no lo era. Era una puta equivocación que me termino demorando una hora en LA, con todo el cansancio encima, pasando por varias oficinas y hablando con varios “agentes del orden y la ley”.
Que pido con todo esto? Que siendo la potencia que son (o dicen ser), pongan un mísero sellito también para las fechas de salida. Fin del problema y a otra cosa mariposa. Se evitarían a un boludo como yo escribiendo sobre esto.
2.       Paseo por Santa Monica y Venice Beach. Que era lo que quería? Alquilar una bicicleta. El tema era que el auto lo había dejado en una punta (sí, me dieron un auto), y yo quería llegar hasta la otra, pero caminando. Y desde ahí, hacer la vuelta en bici. Podría ser complicado en cualquier lugar del mundo, pero acá, donde cada 5 cuadras había un puesto de la misma empresa alquilando bicicletas, no debería serlo. Era simple. Levantar la bici en un lugar, y dejarla en otro.
Bueno, no se pudo.
El argumento era que ellos retenían un documento, y por eso necesariamente había que volver al punto de partida. Hasta les ofrecí plata como garantía, y que me la devolvieran en otro puesto. Pero no, no hubo caso. Era luchar contra la corriente.
Creo que no pido demasiado. Con tantas cosas tan complejas que hacen, no pueden implementar un sistema integrado de alquiler de bicicletas? Si hasta Mauri pudo, para ellos tendría que ser una boludez…

(Continuara…)



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen relato. Esperamos la continación.Mosilni

Anónimo dijo...

Muy buen relato. Esperamos la continuación.Mosilni