jueves, 1 de septiembre de 2011

8 - H.M.E.L.A.:Q.E.P.D.

Les agradezco por haberme seguido durante estas semanas. Me queda una historia buenísima en el tintero, pero ya no me da el tiempo para escribirla. La relatare en persona, después de contar como estuvo el clima, como me trataron en la oficina, y que lugares visite.
Aquí muere oficialmente el blog. Salvo que aparezca algún inversor interesado en revivirlo. O que del laburo me manden a otro lugar.
Espero que lo hayan disfrutado.

Abrazo para todos, nos vemos a la vuelta.

7 - Mi Revancha (parte 3)

No juntaron las firmas. No juntaron la guita. Pero ya la tengo escrita. Si la publico, lo hago por mí, no por ustedes. Como método de protesta, la publico “invisible”.

Ya estoy adentro. Se respiran aires de música. León estaba en el baño y me dice que pase al living. Me siento con Luisito en un sillón. El agarra un charango y se pone a tirar unos acordes (“tirar unos acordes” dije… creo que mande fruta como loco). Me comenta que tienen entradas para ir a Hollywood Bowl, a ver a un tipo tocar (me dijo el nombre, pero no hay forma que pudiera retener eso).
León se acerca descalzo, se sienta, y se empieza a poner las zapatillas. Me habla de lo increíble que es el Hollywood Bowl, que tengo que ir, que ahí tocaron los Beatles, que la gente lleva comida y bebidas al lugar, y terminan todos mamados (lo de “mamados” lo dijo él, no modifique ninguna palabra).
No sé cómo, le pregunto el motivo por el cual viene a LA para grabar un disco. Conviene por los equipos? La gente? La guita? Me dice que tiene “espaldas” para hacerlo, y por eso lo hace. Más caro, si. Mucho más caro (me comenta que hacer un discazo en ARG puede costar 10/15 lucas rucula, y que acá cuesta 50). Pero acá los músicos son mucho mejores, me dice. Y también el tipo que tiene los equipos, con el que laburamos. Nos propone cosas, pero sin entrometerse en nuestra música. Y además nos consigue a todos los músicos que necesitamos. Acá tocan, pero respetan también los silencios. Y eso es importante. En Argentina eso no pasa. Te meten un acorde en cualquier momento. Quieren mostrarse. Hasta en eso quedamos expuestos como somos los argentinos, le digo. Nos reímos. Pero dan ganas de llorar.
Me cuenta que los músicos acá cobran por hora, o por día. Depende. Depende de si trabajaron 24 hs o no. Cuac. A partir de acá, León me empezó a tirar miles y miles de nombres de yanquis supuestamente muy grosos que tocan acá, o que tocaron con él en algún disco, o que ya no tienen ganas de tocar. Creo que él se daba cuenta que yo no conocía a nadie, pero no le importaba, estaba con ganas de hablar. Así transcurrieron varios minutos… me ofrece una cerveza, pero se da cuenta que no tiene en la heladera, entonces cambia la oferta por una coca. No, gracias, ya estoy cansado de tomar coca, le digo. Además, se tenían que ir... no quería “instalarme”. Aunque hubiera estado buenísimo que volvieran del show y Luisito me encontrara durmiendo en su cama.
Me cuenta que la canción del bicentenario que hizo con Porchetto, la completo acá, con un tipo que había tocado “Imagine” con Lennon. Escuchaste la canción?, me pregunta. Sonó en los festejos del bicentenario? Porque no la tengo, le digo. Si, sonó. Entonces la debo haber escuchado, aunque sea de pasada. Cuando volví al departamento, la busque y la escuche. Por primera vez.
De lo último que me acuerdo que hablamos fue de “El Ángel de la Bicicleta”. Me conto que tenía que mezclar rock y cumbia. El rock lo busco acá, me dice. Están más adelante que nosotros. Pero la cumbia, si o si la tengo que buscar en Argentina. Ahí llame a los Pibes Chorros, que me dieron una mano. Es más, una vez que terminamos el tema, me vine para acá y lo hice grabar al baterista de Bob Dylan para agregarlo en la canción. De cada lugar, lo mejor, concluye.
Les dejo la canción para que distingan lo que les acabo de contar:


A Luisito ya se lo veía impaciente. No estaba disfrutando tanto como yo, ni se sentía tan cómodo como León. Entonces en ese momento tira un: “No quiero joder, pero ya son 7 y media pasadas, nos tendríamos que ir”. Pero la piba no viene para acá?, pregunta León. No, la tenemos que pasar a buscar, contesta. Uhhh, dice León, no me acordaba de eso, pensé que venía. Bueno, dale vamos. Nos levantamos, León agarra una pepsi light de la heladera para llevar al recital, salimos del departamento, y caminamos juntos unos metros, hasta la salida. En ese tramo me preguntan de nuevo que ando haciendo y hasta cuando me quedo.
Ya afuera, divisamos una tremenda rubia que pasaba caminando. Nos miramos los 3 y no lo podíamos creer. “Que fuerte que esta la rubia” fue lo que más se escucho decir en ese momento. Nos reímos. Nos despedimos a la distancia, y cada uno siguió su rumbo. En los días siguientes no lo volví a ver.
Me quedo con el final de la historia, la parte de la rubia. Uno podrá ser un músico genial. El otro, un tipo que se ve que tiene talento, pero que la gente no se lo reconoce demasiado. Y el otro, Luisito. (Chiste fácil). Pero los 3, argentinos. En eso somos iguales.

lunes, 29 de agosto de 2011

7 - Mi Revancha (parte 2)


La pelota estaba de mi lado. Yo le había dicho cual era mi departamento (M217), pero era al pedo. León no iba a venir a tocarme el timbre. Mas allá de que soy un tipo importante, el famoso acá era él. El tema pasaba ahora por determinar cuál era el mejor día para ir a buscarlo. Si, como cuando conoces a una mina y haces cálculos para ver que día la llamas, y que no quede ni muy cerca ni muy lejos del día que la conociste. En esa situación me encontraba.
Nos cruzamos un viernes a la tarde/noche, me fui el fin de semana a San Francisco y el lunes ya estaba de vuelta. Arito me decía que tenía que ir a buscarlo el martes. Pero a mí del todo no me convencía… Me parecía muy pronto, y no quería quedar como un desesperado. El jueves ya sonaba tarde. Así que el día para ponerla tenía que ser el miércoles. Ehhh… perdón, para buscar a León.
Respire profundo. Tome coraje. Entiendan que no es una situación sencilla. No sé cuántos de ustedes lo hubieran hecho. Pero yo para ese tipo de cosas soy medio caradura. No me importa quedar mal, o parecer un boludo. Creo que es mucho peor no hacerlo y vivir con la duda de que hubiera pasado si lo hubiera hecho… No me lo perdonaría.
El miércoles a las 19:20 hs estaba parado frente a la puerta J111. Me llevo unos segundos hacerlo. Junte el impulso necesario y actué. Así como cuando me compro ropa necesito que alguien me dé un empujón para tomar la decisión, en este tipo de situaciones encuentro la fuerza interior necesaria como para hacerlo solo. Fíjense lo raro del funcionamiento de mi mente…

Golpeo con el puño tímidamente. Espero y no pasa nada. Me impaciento. Decido ponerle más fuerza al llamado y pateo la puerta. No, mentira. Vuelvo a golpear, pero esta vez usando la manijita que hay específicamente para hacer esto. La puerta se abre. No es León. Es un tipo petiso que me pregunta qué onda. Le comento que conocí al ídolo, y que me dijo que le golpeara la puerta. León no está, se fue a andar en bicicleta, me aclaro. Volvete en una hora, hora y media, que lo encontras. OK, una pregunta, vos sos de la banda?. No, yo soy el productor y le escribo canciones. Sebastián, mucho gusto. Luis Gurevich. Nos estrechamos las manos. Le agradecí y me fui. Pueden googlear el nombre y van a encontrar al tipo. Le escribió bastantes canciones a León, y de las más conocidas.
Ahora tenía que esperar un rato. No me acuerdo que hice. Tampoco me acuerdo si el tiempo se paso lento o no. Pero entre pitos y flautas, ya eran las 20:50 hs y yo estaba nuevamente en la puerta del J111. Golpeo. Nada. Golpeo de nuevo. Me abren la puerta lentamente… es León? No, no es el. Es el petiso nuevamente. Atrás de él se veía la bicicleta. Mi astucia al estilo Sherlock Holmes me permitió advertir que León estaba adentro. Mira, León se tiro a dormir un rato. Ah, bueno… le digo yo. Igual ya nos estamos yendo, me comento. El lunes que viene, y estamos con despedidas y cenas… En ese momento me dieron ganas de patearle la cabeza. Quien le dio autoridad al tipo para meterse en el medio de mi relación con León? Estaba intentando claramente evitar que me acercara de nuevo. No sé por qué… de hijo de puta nada más. Después de 3 meses afuera del país, te cruzas a un argentino, y te agarra cierto interés en saber que hace el otro, en que anda, por que está donde está. Pero al tipo este no. Seguro nació en otro lado.
Estaba complicado. Era como si hubiera llamado a la mina y las 2 veces me mando al contestador. La primera vez dejas un mensaje, la segunda ya no. Que haces en ese caso? Esperas que te llamen (casi imposible) o llamas por tercera vez, quedando como un absoluto desesperado?
La verdad, no tengo idea que haría con la mina esta. Pero como no hay mina en juego acá, estaba claro que yo iba a seguir para adelante. A lo sumo, iba a quedar nuevamente como un boludo. Pero eso no me molestaba, ya estoy acostumbrado.
El jueves no fui, porque salí tarde del laburo y me quede comiendo algo por Hollywood. Cuando llegue, ya no daba para ir a buscarlo. El viernes, en cambio, fue distinto. Llegue más temprano, y me mentalice que lo iba a hacer. A eso de las 19.05/19.10 hs encaro nuevamente para el J111. Golpeo tímidamente. Quien me abre la puerta? El petiso, obvio. Hola, como andas me dice. Bien, quería saber si estaba León. Hubo 2 segundos en los que no me contesto, estaba ocultando algo. Pero en ese instante, escucho que la voz del genio dice desde el fondo: Ey, como andas? Y se acerca hacia la puerta. Nos saludamos, y me invita a pasar. Obviamente, acepto. Si para eso estaba yo ahí…


Siempre fui sincero con ustedes. Y esta vez no va a ser la excepción. Pensé que en 2 partes iba a poder relatar toda la historia. Pero me quede corto. Lo que viene, la 3er y última parte, es lo más jugoso.
Pero esta vez no les voy a pedir firmas en el blog para publicarla, porque veo que les cuesta un poco juntarlas. Quiero plata. Con $50 estoy hecho. Como no voy a publicar mi número de cuenta acá, lo que les pido es que dejen mensajes con su compromiso de aporte de dinero para la causa. Lo que puedan: $5, $10. No es difícil, y tampoco es una fortuna: son solo $50. Los voy a estar cobrando a mi regreso.
Me conocen, y saben que lo voy a hacer en serio. Ah, y esta vez no les doy el más mínimo changüí. $50 o no hay final.
Gracias. Vuelva prontos.

sábado, 27 de agosto de 2011

7 - Mi Revancha (parte 1)


No me la esperaba tan pronto. Sabía que en algún momento se iba a dar, pero no creía que iba a ser ahora, acá y de la manera que fue. A veces las cosas suceden cuando uno menos las espera. Y otras veces, cuando uno más las espera. Y mejor ni hablar de cuando no suceden nunca. Ahí ya me deprimo y pienso en Durkheim.
Tal como habrán leído en el primer post (si no lo hicieron, no merecen estar leyendo este), tuve una experiencia no muy satisfactoria con el gran Juan Martin del Potro. Estuve ahí nomas de transitar el sendero del triunfo, de tocar el cielo con las manos, de sentir la gloria en carne propia… de tener mi foto con un famoso. Para mí, eso es como ganar un Grand Slam.
Cuando uno vuelve de un viaje hay fotos buenas, fotos al pedo, fotos mal sacadas, fotos repetidas… pero ninguna de todas esas cotiza como la “foto con famoso”. Ahhh… esa foto es la primera que mostras. Es la foto con la que inflas el pecho y decís “mira con quien estuve, te manda un saludo”. Ahí se arma la ronda alrededor tuyo, todos te felicitan y te piden que cuentes tus anécdotas con esa celebridad. Ya sos vos la estrella. Objetivo cumplido.
Perdón por todo lo anterior, me fui por las ramas. Estaba hablando de mi revancha. Fue genial. Paso a contarles:
El viernes pasado, estaba por irme a San Francisco. Esperaba el taxi en la puerta de mi edificio, cuando veo que se acerca caminando una persona que reconocí al instante. Cargaba un bidón de agua, una bolsa de supermercado, y vestía remera y short. Lo primero que atine a decir fue obvio: “León!!!”
Si. Era el gran Leon Gieco. Nos fundimos en un abrazo como 2 amigos de toda la vida. Creo que la distancia y el tiempo alejados de nuestra tierra fue lo que nos imanto. Fue un momento único. La charla duro unos 5/10 minutos. Que andas haciendo por acá? Grabando un disco. Vos? Me mandaron del laburo por unas semanas. Hace cuanto que estas? 3 meses, ya nos estamos por volver. Mi abuela conoce a tu mujer, nómbrasela, se llama Nelly. Mi mujer no está acá, está en Argentina, en el cumpleaños de Santaolalla.
Toda la conversación fue genial. Le conté que me afanaron la computadora, y no lo podía creer. Le dije que tenía ganas de tomar una cerveza con él. Me dijo “dale, yo estoy con la banda… no me acuerdo el teléfono del departamento… tocame la puerta: J111”. En ese instante me imagine en un bar de Sunset Strip, tomando un whisky con Leon, y un par de señoritas danzando alrededor nuestro. Bastante improbable la imagen, pero soñar no cuesta nada. El tipo que empiece a cobrar por los sueños, se va a llenar de guita, acuérdense.
Sabía que el taxi estaba por llegar. Tenía poco tiempo y debía actuar. “León, puede ser una foto”. “Sí, claro” me dijo. Miramos a nuestro alrededor y no había nadie. “Probemos la autofoto” le digo. Salió pésima. Me desespero y encuentro a una mujer. Le pido que nos haga de fotógrafa. La primera sale con flash. La miramos con León y nos parece que está muy oscura. Le pedimos otra, pero esta vez sin flash. Nos arriesgamos y perdimos, porque salió un poco movida. Nos reímos, y ya no daba para sacar otra.
Nos despedimos en el mismo momento que llega el taxi. Le tire un “dale, te toco la puerta”. Me subí al taxi y estaba contento. No solo había visto y charlado con un famoso, sino que era un numero 1. Un tipo muy respetable y que supongo, todos admiramos. Pero lo más importante de todo, era que tenía mis fotos. Acá las comparto con ustedes, mis fanáticos que me siguen a todos lados, y por los que yo dejaría la vida.



Como supongo estarán muy interesados en saber cómo continua esta historia, les voy a proponer lo siguiente. Dado que últimamente nadie deja una puta firma en el blog, ni un comentario, ni nada, es que para publicar la segunda parte quiero llegar a 25 firmas. Podría ser mas guacho y pedir 50, o 100. Pero teniendo más de 150 amigos en facebook, no puede ser tan difícil conseguir 25 firmas/comentarios/saludos.
Saber cómo sigue esto, depende de ustedes.
Ah, y me voy a dar cuenta si alguno firma 2 veces con nombres distintos. Si sospecho de alguna firma, cierro el blog, me quedo a vivir acá y nunca más se enteran que paso.
Si me instalo acá, seguro encuentro ropa barata para comprarme.


miércoles, 24 de agosto de 2011

6 - El Inútil


Así me siento.
Creo que un poco también lo soy. Pero no tiene que ver con estar acá. El problema lo tengo desde siempre. Aunque hay cosas que las tengo claras, hay otros aspectos en los que me cuesta muchísimo decidirme. Y creo que el principal de ellos, es la ropa.
Estoy casi convencido que la indefinición que transito cuando tengo que comprarme ropa, tiene que ver con un trauma de chico. En general, como “hermano menor” que soy, no tuve la posibilidad de elegir demasiado, sino que gran parte de ella era heredada; o sino directamente era comprada por mi madre, sin pasar por una ámbito previo de consulta. Esto, indefectiblemente, llevo a lo que soy hoy: un boludo que no se decide cuando intenta comprar ropa.
Ya sé que suena fácil: Vas al local, miras lo que hay, elegís algo que te gusta, preguntas el precio, te parece caro, buscas algo más barato, te lo probas, te queda mal, pedís un talle menos, le decís a la vendedora que te lo llevas, vas para la caja, queres pagar con debito, no aceptan tarjetas porque te estás llevando un producto en promoción, estas justo con el efectivo, tenes que irte a un cajero a sacar plata, volves hinchado los huevos, le das la plata, te dan el producto, y te vas feliz a tu casa.
Pero en mi caso no sucede así como lo relato. Yo me quedo trabado en uno de los primeros pasos, cuando hay que elegir algo que te gusta. No sé que elegir. No sé que me gusta. No sé que me queda bien.
Con ese problema como punto de referencia, es que les voy a contar lo siguiente:
Dos sábados atrás me dispuse a ir al más grande outlet de LA: Citadel. Me subí a mi carro, y gracias a la bendita existencia del GPS, llegue a destino tras manejar unos 30/40 min por autopista.
El lugar: gigante. Las marcas que están ahí: todas. Las ganas de comprarme cosas baratas: muchas.


El tema fue que con el transcurrir de los minutos me fui dando cuenta que los precios no eran tan baratos como esperaba. Por qué? Porque eran los locales de las marcas, como en cualquier otro lugar, pero tenían cosas “rebajadas”. Y en oferta, solo las cosas que nadie suele comprar: zapatillas de mil colores, camisas feas, remeras que nadie con 2 dedos de frente usaría. Había que tener mucha suerte (y paciencia) para encontrar algo decente. Yo pude encontrar una camisa y una remera, después de mucho buscar.
Pero con el paso de las horas, el “comprate todo!!!” que escuche de parte de mucha gente antes de venir se fue diluyendo, y empezó a aparecer en mi cabeza un categórico “andate de este lugar de mierda, estás perdiendo el tiempo”. Y obviamente, fue ganando cada vez más preponderancia, hasta el momento de mi partida.
Me canse de la presión de tener buscar, tener que elegir, tener que probarme, tener que comprar… No sirvo para eso (entre otras tantas cosas). Por eso digo que me siento un inútil.
Para que muchos se queden tranquilos, les quiero aclarar que voy a intentar seguir buscando ropa de calidad a buen precio. Pero me da la sensación por lo que vi hasta ahora, que no la voy a encontrar tan fácilmente acá, en LA.
Ah. Hay algo para lo que no soy tan inútil: comprar boludeces. Por ejemplo, me compre un Mancala.


Bonus Track:
Miren como esta señora oriental llevaba a su hija por todo el lugar. Genial.

sábado, 20 de agosto de 2011

5 - Enchotarte

Me gusta el arte. No quiero sonar snob, pero hay cosas que aprecio y me agradan (no voy a decir que me conmueven porque me parece demasiado… no soy así). Además, ahora que soy artista (cuac) tengo una sensibilidad especial para reconocer el arte a mi alrededor (nos suele pasar a todos nosotros, los artistas). Pero también hay cosas que no entiendo o que no puedo terminar de apreciar, como la música. Me cuesta seguir las letras, entender lo que dicen las canciones. Me pierdo cuando los músicos “cortan” las palabras para que encajen con la música. No lo siento real ni natural. Aunque hay cosas que si me gustan. Pero no es de música de lo que quiero hablar, sino de otra cosa: el arte moderno (y más específicamente, de la pintura y la escultura).

Siempre dije que me gusta el arte moderno (creo que en realidad es el postmoderno o contemporáneo), las pinturas con muchos colores, las cosas grandes, el arte vivencial, que te hace partícipe de la obra. Puedo apreciar también cosas más clásicas (aunque también son modernas, como Picasso, Miro o Dalí). Con estas 2 últimas oraciones se debe notar que no se una goma de arte, pero no me importa. Es mi blog y escribo lo que quiero. Lero Lero.

Es por esto que busque puntualmente el mejor museo de arte moderno/contemporaneo de LA. Y me encontré con el MOCA. Y no solo eso, sino que descubrí que los jueves por la tarde es gratis. Mejor, imposible.

Ahí estuve hace unos 10 dias, después de la jornada laboral. Obviamente con auto, todo es más sencillo.  No me habrá llevado más de 45 minutos recorrerlo. No es un gran museo, no se están perdiendo nada. Pero hay algo que me indigno. Y solo en este museo, sino que lo he visto en varios. Y es que hoy en día, en nombre del arte, se permite todo. Un chancho sentado en una estufa. Una mancha negra en un fondo blanco. Una colilla de cigarrillo metida en una pecera. Y la puta madre que los pario. Todo eso ahora es arte. Que alguien me explique toda esa cagada!!! No me jodan, eso no es arte!!!

1…2…3…4…5…6…7…8…9…10.

Listo, ahora que estoy más tranquilo puedo seguir. En realidad todo esto viene en relación a algo que vi en el museo. Algo que ni por las tapas me parece arte. Es más, me parece de mal gusto. Aunque a muchos podrá encantarles, y estarían dispuestos a comprar esa obra para “colgarla” en su pared, o “ponerla” de adorno. Otros se la llevarían a la boca para sentir el gusto del verdadero arte norteamericano (no voy a decir “americano” como dicen ellos… “americanos” somos todos). Y muchos otros, la comprarían solo para compartirla con un amigo o amiga.

Que es lo que vi? Esto:


Hay necesidad???????

Una chota doble. “Double Chot” podría llamarse la obra. Eso es arte o es una malformación genética? Fui a un museo de arte moderno o al de ciencias naturales? Debería haber pedido un resarcimiento económico por el mal momento que pase?

La verdad que lo que siento es que se están yendo al carajo. Y no tengo mucho más que eso para decir…

Que va a ser de nosotros? Que nos espera en el futuro si hoy ya estamos donde estamos? Qué le vamos a dejar a las próximas generaciones? Alguien piensa en los niños? Por favor piensen en los niños!!!!

Le pido encarecidamente a quien tenga llegada a algún grupo de pintores o escultores, que transmita mi mensaje (supongo que será compartido por muchos). Y sino, estoy dispuesto a librar una batalla personal, como cuando juega Messi y sus amigos contra el resto del mundo. Aclaro que en este caso, yo sería Messi. Como les dije antes, es mi blog y escribo lo que quiero. Y si no me doy el gusto de compararme con Messi acá, donde lo voy a hacer?

Unámonos. Entre todos, podemos frenar a estos tarados que se creen artistas.


Bonus Track:
Les dejo una imagen del arte que me gusta, de un museo de acá (tranquilos… no me estoy agarrando las bolas).




viernes, 12 de agosto de 2011

4 - Derribando Mitos

Y finalmente se supo. Solo se necesitaba de un valeroso argentino como quien les escribe, para poder recoger las pruebas necesarias, y así exponer frente al mundo la verdad.
Durante varios años y 4 películas fuimos engañados. Creímos en sus raíces, sus costumbres, y fundamentalmente que su color era otro. Pero no. Shrek no es verde, es negro.
Viva Morgado. Viva Rachid. Viva la diversidad.

martes, 9 de agosto de 2011

3 – Traicionar los Principios

En los últimos días me agarro un brote filosófico y me estuve preguntando lo siguiente: que podría llevar a alguien a traicionar sus principios más elementales?
Creo que cualquiera podría simplemente detenerse a pensar que cosas harían equivocar el propio camino. Muchos pensarían en el dinero, la fama, las mujeres, el poder (entre otras). Claramente, estas son cosas que a uno podrían tentarlo y desviarlo de su ruta. Hay quienes estarían dispuestos a hacerlo, sabiendo que la recompensa podría ser grande. Más aun, estando en otro país y sin testigos que pudieran acusarlo a uno de renunciar a sus ideas más estructurales, sería fácil. No habría victimas. Y el secreto podría morir con uno, sin necesidad de sufrir el dedo acusador de quienes enarbolan las banderas de los ideales, sin negociarlos.
Sin embargo, y aunque algunos de ustedes piensen lo contrario, yo no soy así. Nunca me vendí por una recompensa impura. Preferí siempre mantenerme incorruptible frente a todo tipo de “amenazas”. Creo que es la manera de actuar. Por lo menos, así lo veo yo (y Nimo).
A qué viene semejante concatenación de ideas y declaración de principios? Acá está la explicación:
Tal como ya les conté, hace una semana estuve en la playa. La verdad que no voy más seguido porque no me queda tan cerca como pensaba. Aunque ahora tengo auto. Pero también tengo jacuzzi en el hotel. Mmm… que dilema. Bueno, igual esto no viene al caso.

El tema es que estuve ahí, y me acerque al agua con intenciones de evaluar su temperatura. Ese instante en que el agua toca por primera vez una parte del cuerpo que está seca, es como recibir una puñalada. Y cuando lo que se mojan son los huevitos, la pasas peor que la mina de “Psicosis”.




Y yo no estoy en el Caribe… Es más, si tengo que trazar una paralelismo con otra playa que comparta el mismo nivel de temperatura del agua, diría Mar del Plata (siendo generoso). Pero en realidad debería decir Puerto Madryn, o Usuhaia (bueno, ahí exagero un poco…).
No me metí al agua. Si la toque con los pies, pero no me metí entero. Acá es cuando muchos bobos van a decir “estas en LA y no te metiste al agua!!! Tenes que meterte!!!”. Por que mierda tengo que meterme? Donde está escrito? Es agua bendita la de acá? Son aguas rejuvenecedoras, como las de Cocoon? Que alguien me explique la boludez atómica de considerar que uno estuvo en la playa de un lugar, solo si se metió al agua. O que vale menos la visita a un lugar por no haberlo hecho. Qué necesidad hay de sufrir?
Yo soy medio friolento, eso lo asumo. Pero acá no hace tanto calor… sumado a que en la playa había un viento que te volabas (bueno, ahí exagero de nuevo… pero había viento, créanme).
La verdad que no entiendo a los que consideran fundamental meterse al agua. Sé que hay muchos que lo piensan. Me gustaría conocer sus argumentos. Nada más les pido que no se escondan y den la cara. Expliquen. Justifiquen. Así el mundo los conoce.
Yo no soy así. Ni con un barrenador lo hubiera hecho. Y eso que me encantan los barrenadores. Pero no estoy dispuesto a traicionar uno de mis principios fundamentales: si el agua esta fría, no entro.

miércoles, 3 de agosto de 2011

2 – Primer Mundo, las Pelotas (parte 2)

3.    La mejor historia. Pero también la más trágica. Acción, suspenso, drama, intriga, serian las categorías en las que se podrían encuadrar los acontecimientos. Empiezo, porque ya me quiero ir a dormir.
El sábado me fui a la mañana a recorrer las playas. Volví a las 8 de la noche a la casa. Cabe aclarar que estoy casi viviendo solo en una casa muy grande, a media cuadra de la oficina. Cuando abro la puerta, escucho que la alarma está sonando. La verdad que eso no me sorprendió. No venía funcionando del todo bien. No sé, será que al no haber tenido nunca casa con alarma no dimensione el posible problema. Me acerco a la puerta de vidrio que da al patiecito de atrás, donde había dejado ropa colgada para que se secara y me encuentro con esto:


Hasta ahí no caí. En ese momento, no se me cruzo por la cabeza que había pasado lo que había pasado. Pero si, había pasado lo que no me hubiera imaginado que podía pasar. Pensé que de alguna manera el mismo viento había roto el vidrio con la percha. Era trillado, pero estoy en los Estados Unidos de Norteamérica, que cosa mala puede pasar acá? No jodamos… es la tierra de las oportunidades, la igualdad (¿?) y las hamburguesas.
Subo entonces a la habitación, y caigo de golpe. No es que me caigo, sino que caigo mentalmente. ¿Por qué? Por esto:

La fotografia fue obtenida despues de los hechos, con fines puramente periodisticos.

Changos y recontra changos!!!!! La desesperación por saber que quedaba en mi pieza y que se habían llevado impedía que pudiera meter la llave en la cerradura. Después de un par de intentos, logre abrir la puerta.
Primer golpe de vista: la cama esta, no se la llevaron. Cuac.
Segundo golpe de vista: la computadora no está. La puta madre!!! Punto no tan negativo: era una computadora del laburo (pero igual es una cagada).
Tercer golpe de vista: pareciera que esta todo, pero se llevaron la plata?? Busco en mi escondite secreto (ni loco lo revelo), y esta toda. Soy casi rico. Cuac de nuevo.
Agarre la plata, la guarde en la mochila, y llame al 911. Si, como en las películas. “Los Angeles Police Department” me dijeron. Genial. En ese momento sentí que estaba realmente en Hollywood. Eso es vivir la experiencia desde adentro.
Recién después de colgar (y de llamar sin éxito a un par de compañeros de trabajo) me di cuenta de la situación y me agarro el cagazo de que los malhechores pudieran estar todavía en la casa. Me fui a uno de los edificios del laburo, a buscar a algún guardia de seguridad que se ocupara del tema. Llamamos varias veces más a la policía, por las dudas.
Tras un largo rato, llegaron. Primero 2. Después pidieron refuerzos (otros 2), porque la casa era muy grande. Pero necesitaban 2 más para cubrir todos los flancos. Entonces los llamaron. 6 en total. Ya era casi una superproducción de Spielberg. Cabe aclarar a todo esto que ya había pasado 1.30 hs desde que yo había llegado a la casa de mi jornada playera. Uno saco un arma, y nos pidió que nos moviéramos hacia la esquina. Pensé que podía llegar a haber disparos y eso me entusiasmo. Pero no paso nada. Tras revisar la casa, me tomaron la denuncia y se fueron. Yo me fui a lo de un compañero mexicano que con buena onda me hospedo hasta el lunes a la mañana. Ahora ya estoy instalado por una semana en un hotel. No estoy tan cerca de la oficina como antes, pero aunque sea tengo auto todos los días, y además, hay jacuzzi…
Que es lo increíble de este relato? 3 cosas:
  • Que hayan entrado a robar a la casa. No jodamos, no me pasa eso en Argentina (mientras escribo esto me estoy tocando un huevo) y me viene a pasar en EEUU!!!!
  • Que los de la compañía de la alarma nunca se hayan dado por aludidos. Ni aparecieron.
  • Que la policía haya tardado más de una hora en llegar. Y encima pidieron refuerzos!!! Déjense de joder…
Juro que cuando pensaba en escribir la historia, me decía a mí mismo “no me la va a creer nadie”. Ni yo todavía la creo. Pero paso.

Lo positivo de esta experiencia? Parece que nada. Pero hay algo que si es positivo: del laburo me prestaron una computadora, y hay ciertas tildes y “ñ” que me las reconoce. No todas, pero casi.

Ahora sí puedo decir que estoy en el primer mundo.


lunes, 1 de agosto de 2011

2 - Primer Mundo, las Pelotas (parte 1)

Sincero.
Eso es lo que pretendo ser con este relato. No me interesa vender humo ni espejitos de colores, y menos pescado podrido. Podría durante la próxima pagina hablar de las bondades de la vida norteamericana, pero no lo voy a hacer porque es aburrido (y tampoco creo que sean tantas). Prefiero centrarme en aquello que nadie suele destacar: las cosas chotas que tienen. Y eso que llegue hace una semana…
Cuando pensé en escribir este relato, solo tenía la primer historia. Con el transcurrir de los días, se agrego una segunda. Y como para darle un cierre perfecto, una tercera cayó del cielo como un regalo divino. Entonces, no me queda otra que arrancar.
1.       Llegada a EEUU (Miami). El vuelo salió un poco retrasado, y yo estaba muy justo con los tiempos. No tenía demasiado margen. Paso por la “US Customs y Border Protection” (básicamente es la aduana y el control por el ingreso a otro país). Me hacen las preguntas de rigor: de donde vengo, a donde voy, para que, quien me manda. Mientras tanto, le va poniendo el sello con la fecha del ingreso al “comprobante” que me voy a quedar para poder salir. La mujer que me atendió me saluda, le agradezco, ella completa la fecha máxima de salida y sigo para adelante, bastante jugado como estaba.
Asumo cierta responsabilidad por lo sucedido. Pero no creo ser el principal responsable. Yo debí haber mirado con cuidado el papel que me dieron, y no lo hice. Tenía miedo de perder el avión y comprarme un problema nuevo. Por eso seguí de largo.
Rato después, habiendo llegado al vuelo que me iba a transportar a LA, me detuve a mirar el papel. LA REPUTA MADRE QUE ME PARIO, pensé. Pero unos segundos después, más tranquilo, reflexione y entendí que mi mama no tenía nada que ver. Por eso solté un categórico LA CONCHA DE MI HERMANA. Ahí sí, no había implicados.
Que había pasado? Así como tienen un sistema con tecnología de punta para asignar la fecha de ingreso al país (un puto sellito), tienen el método más rudimentario que se ha visto desde la edad de piedra para delimitar la fecha de salida: escritura a mano. La boluda (otra palabra no le cabe), había puesto como fecha futura de salida 23 de Enero de 2011 (cuando mi ingreso fue el 24 de Julio de 2011). Y a menos que yo fuera el “Doc” Emmett Brown, o Marty McFly, eso era imposible. Como carajo debía salir del país antes de haber entrado???? Parecía un juego de ingenio, pero no lo era. Era una puta equivocación que me termino demorando una hora en LA, con todo el cansancio encima, pasando por varias oficinas y hablando con varios “agentes del orden y la ley”.
Que pido con todo esto? Que siendo la potencia que son (o dicen ser), pongan un mísero sellito también para las fechas de salida. Fin del problema y a otra cosa mariposa. Se evitarían a un boludo como yo escribiendo sobre esto.
2.       Paseo por Santa Monica y Venice Beach. Que era lo que quería? Alquilar una bicicleta. El tema era que el auto lo había dejado en una punta (sí, me dieron un auto), y yo quería llegar hasta la otra, pero caminando. Y desde ahí, hacer la vuelta en bici. Podría ser complicado en cualquier lugar del mundo, pero acá, donde cada 5 cuadras había un puesto de la misma empresa alquilando bicicletas, no debería serlo. Era simple. Levantar la bici en un lugar, y dejarla en otro.
Bueno, no se pudo.
El argumento era que ellos retenían un documento, y por eso necesariamente había que volver al punto de partida. Hasta les ofrecí plata como garantía, y que me la devolvieran en otro puesto. Pero no, no hubo caso. Era luchar contra la corriente.
Creo que no pido demasiado. Con tantas cosas tan complejas que hacen, no pueden implementar un sistema integrado de alquiler de bicicletas? Si hasta Mauri pudo, para ellos tendría que ser una boludez…

(Continuara…)



sábado, 30 de julio de 2011

0 - El Genio de la Computadora

La verdad, no estaba en mis intenciones iniciales escribir un capitulo “0”. Pero dadas las condiciones ante las que me encuentro y las repercusiones que tuvo la primer historia, me veo obligado a hacerlo.
Todos ustedes me conocen y saben que intento anticiparme constantemente a todas las vicisitudes que pudieran surgir en el andar cotidiano de mi vida; intentando asi disminuir los efectos negativos que los riesgos asociados a sucesos previsibles pudieran ocasionarme. En criollo, me gusta controlar lo que puedo controlar.
Es por esto, que durante un tiempo (varias semanas) insisti en el trabajo en que me dieran la notebook para traerme al viaje. Por que me empecine tanto? Porque sabia lo que iba a pasar. Y que fue lo que paso se preguntan uds? Paso que los muchachos de sistemas me la dieron el ultimo dia, un par de horas antes de irme de la oficina. Me arrepiento de no haber jugado unos pesos a que iba a pasar eso... ganaba seguro.

Hasta ahora, la historia es intrascendente.
Aunque pensandolo bien, lo que viene tambien es intrascendente en cierto punto. Pero me afecta en la cotidianeidad, entonces pasa a ser trascendental para mi.

No tuve tiempo de probarla, ni de revisar si tenia todo lo que necesitaba. Solo me limite a ver que me hayan instalado el msn y el skype. Ah, y obviamente que tambien tuviera  todos los programas laborales que necesitaba (esto va para la gente del laburo, que se piensa que me vine de vacaciones... cuac). Es mas, me olvide de pedir el firefox y me quede sin cuevana... Pero no es eso lo que mas me molesta.

Lo que me pone de la nuca, me vuelve loco y  me da ganas de estrellar la computadora contra el cartel de Hollywood es que no tengo instalado el complemento para teclado en espanol. Que implica esto? Les detallo:

·        No tengo “ñ” (esta la copie de otro lugar, pero no lo voy a hacer cada vez que la necesito). Soy un usuario habitual de esa letra y su falta me produce un vacio imposible de llenar. Que hago? Pongo “n”, o pongo “enie”?
·        Estan dadas vueltas las teclas con sus funciones (ejemplo: astericos, parentesis, punto y coma, etc. no coinciden con su tecla). Cada vez que necesito una tengo que ir probando hasta que le pego...
·        No tengo posibilidad de poner tildes.
·        No tengo el corrector ortografico.

Muchos se preguntaran por que no instalo el complemento y listo. Basicamente, porque no soy el administrador de la maquina. No puedo instalar nada. Estoy mas atrapado que Tusam junior ("como a el le gusta que lo llamen") adentro del barril del Chavo.
                                               
Si alguien conoce alguna forma de solucionar esto, se lo agradecere. Prometo llevar un regalo para el que lo consiga.
Y los giles que me hagan perder el tiempo con intentos inutiles, recibiran seguramente el castigo divino. Amen.
  
Por ultimo, tengo un mensaje para el muchacho de sistemas:
0011100110101 0001110011000 1011001010  001000110010101



jueves, 28 de julio de 2011

1 - Viajar Solo

Nunca me gusto demasiado la idea. Siempre preferi compartir la experiencia con alguien. No es demasiado comodo ser el unico responsable de determinar que se come y cuando, donde se duerme, como se viaja, y demas menesteres que hacen a la vida cotidiana de cualquier viajante.
Aunque esta vez es distinto: viajar por trabajo implica otras cosas. Hay cosas que parecieran estar solucionadas, pero muchas veces no es asi... Igual, no voy a adentrarme en ese tema. Mi preocupacion en este momento es otra.
Hay un tema en el “viajar solo” que me parece fundamental. Uno puede comer mal, dormir mal, viajar mal; pero hay una cosa que nunca se tiene que hacer mal: y esa cosa es sacar fotos. Lo unico que ve el resto de la gente son las fotos. El resto, queda en la propia experiencia.
El tema aca es que, en la mayoria de los casos, uno no depende de si mismo (la autofoto puede funcionar bien una, dos, tres veces, pero cuanto mas?). Entonces uno pasa a depender de algun pelotudo que ande cerca. Y cuando digo “pelotudo”, no quiero ser agresivo, sino que intento remitirme a una caracteristica propia de mucha gente. Y aunque alguno pueda indignarse con esto que digo, hay que reconocer que existe gente asi… no seamos hipocritas.

Pero a que viene todo esto? En realidad es algo que tenia en la cabeza hace un tiempo, y pude comprobar en carne propia a las pocas horas de haber empezado mi experiencia norteamericana. Es mas, lo que voy a contar paso en el aeropuerto de Ezeiza, esperando para abordar.
El vuelo estaba un poco demorado y la gente ya se estaba empezando a impacientar. A mi no me importaba demasiado, aunque despues esto me iba a repercutir directamente (leer el capitulo 2, “Primer mundo, las pelotas”). En ese momento, veo como se acerca una persona bastante alta, con un raquetero y un gorrito, con el que intentaba ocultarse. A mi no se me paso de largo. Bah, a nadie que le guste medianamente el deporte se le debiera pasar. Sin embargo, la gente no se dio cuenta. Era Juan Martin del Potro. Uno de los mejores tenistas argentinos de todos los tiempos. Yo no soy fanatico del tenis, pero si soy un gran fanatico de los famosos.
Ni lerdo ni perezoso, me acerque hacia el con la intencion de sacarme una foto. Me daba un poco de verguenza, pero la chapa que me daba tener una foto con “Delpo” garpaba cualquier cosa.
Ya estaban empezando a llamar a los de primera clase. Quedaba poco tiempo. La gente empezaba a moverse y yo a impacientarme. Se me cruza una chica que le pide un autografo. Eso es para giles. En la era de la tecnologia lo que vale es la foto.
Juro que la pense. Hubo unos segundos que me lo pregunte a mi mismo. Pero no se que fuerzas oscuras me hicieron confiar en un desconocido. Como me arrepiento por dios…

Juan, ¿puede ser una foto? Si, dale.
Flaco, ¿nos sacas la foto? Si.

Me la vi venir. La senti en el mismo momento en que entregue la camara. Nos abrazamos. Sonrei (no se el, no lo estaba mirando). No hubo flash. Tampoco foto. Y menos, segunda oportunidad: “Delpo” se paro y se fue. El pelotudo al que le confie mi suerte, desaparecio y no lo volvi a ver. Para mi que se escondio, porque si lo veia lo mataba. Cuan boludo hay que ser para no saber sacar una foto? Y no me vengan con cuestiones generacionales, porque el pibe tenia 20 anos y la camara ademas se invento hace 100. Era solo apretar un boton. Todavia tengo la espina clavada. Me queda un unico consuelo. Y es esta foto que construi digitalmente, en la que estoy con “Delpo”, celebrando un triunfo en copa Davis. Es lo mejor que pude hacer…


La proxima vez que se me presente una situacion asi, prometo pensarlo mejor. Aunque siempre esta el riesgo de cruzarse con un pelotudo...



Bonus Track:

Me acabo de enterar que Delpo esta jugando un torneo aca en Los Angeles, pero obviamente, ya no quedaban entradas para el partido de hoy.
Vere si consigo para el proximo... quiero mi foto!!!!